viernes, 24 de julio de 2009

2.1 ORBITA GEOESTACIONARIA:

Gracias al científico y escritor Arthur C. Clarke que en octubre de 1945 determinó la órbita geosíncrona para los satélites, se logró la comunicación directa con antenas fijas.

La órbita geoestacionaria donde están colocados todos los satélites geosíncronos de comunicaciones, describe un círculo alrededor de la tierra a nivel del ecuador, girando en el mismo sentido y a la misma velocidad angular que la tierra en su movimiento de rotación.





De esta forma, para un observador situado en la superficie terrestre, un satélite determinado se mantiene siempre sobre la misma vertical de un punto dado.

Para poder mantener esta posición sin apenas consumo de energía, el satélite debe estar a una altura sobre el ecuador de unos 35.806Km a esta distancia la fuerza de atracción gravitatoria y la fuerza centrifuga del satélite en su movimiento de traslación alrededor de la tierra, se igualan:




Siendo:
G = cte. de gravitación universal
M = masa de la tierra
m = masa del satélite
d = distancia entre los centros de gravedad de la tierra y el satélite
w = velocidad angular del satélite = 2/T siendo T el periodo de rotación de la tierra (23h56’)

Igualando ambas fuerzas:



Como d es la distancia al centro de la Tierra y el radio medio de la misma es de 6.366Km la distancia del satélite, a la superficie del planeta será la diferencia de ambas, es decir, 35.806Km

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